Expropiacion abusiva al Señor Juan Amman

La vivienda estaba ubicada justo detrás del demolido monolito El Mirador. Casi la tiran con el mobiliario dentro. Un vecino puso sobre aviso a su dueño quien para cuando llegó la encontró ya sin electricidad. Retiró sus pertenencias al momento en que era demolida. No hubo pago alguno y para colmo de males el terreno entregado a cambio, tendría deudas.San Luis. Finalmente la vivienda del vecino de Potrero de los Funes que se resistía a abandonar su casa, fue demolida. Juan Aman, dueño de la vivienda en cuestión, se negó y resistió durante el transcurso de dos meses a dejar su domicilio, lo que le ocasionó cuantiosas presiones por parte de los responsables de la construcción del circuito semipermanente en la localidad.Por la expropiación se le habría entregado solo un terreno y con deudas a pesar de habérsele prometido un lote, una casa y una pileta.“Las presiones fueron innumerables”, dijo el damnificado al Popular, y tras la denuncia a los medios de difusión, algunos de sus allegados le advirtieron que: “Tenga cuidado”, en referencia a que se exponía demasiado haciendo público el avasallamiento hacia su patrimonio.La primera orden de desalojo llegó el 12 de agosto con tiempo hasta el 12 de septiembre para concretar. Con posterioridad a esa fecha llegaron nuevas órdenes de desalojo, lo que para el propietario se tornó difícil de sobrellevar cada vez.No quedando otra salida, Aman decidió entonces acordar con Aguado, -mano derecha del ministro de Medio Ambiente, Hugo Larramendi- “un lote, una casa y una pileta”, lo mismo que él poseía en su propiedad. Ni más, ni menos.“Desde febrero que me vienen mintiendo…La presión fue permanente de lunes a lunes.. No sabía qué hacer.. Estaba solo”, lamentó y aseguró que recibían llamados telefónicos hasta de Fiscalía de la provincia quienes le cuestionaban que pasaba, ya que para esa fecha no existía arreglo alguno.“Un día encontré, al llegar del campo, 15 llamadas perdidas del mismo número y entonces me di cuenta que la situación no daba para mas”.Pase libre para la estafaFirmamos y me torturaron, me metieron las máquinas, me taparon en tierra, no me ayudaron a sacar las cosas y no me dieron tiempo para hacerlo, ellos demolían y yo sacaba. No me dieron tiempo a nada”, expresó Aman.Por la vivienda demolida, la pileta y el lote de excelente ubicación, situado detrás del ex monolito El Mirador, solo se le entregó un terreno de las mismas dimensiones que el suyo pero sin construcción alguna y aparentemente con deudas que el flamante dueño, debería arreglar, según se le manifestó desde el municipio de la localidad.La policía pensó que era un roboEn el momento en que retiraba sus pertenencias, llegó la policía que preocupada por las innumerables denuncias de inseguridad en el pueblo, y preguntó si eso era un robo.La actitud de los obrerosY como para completar el combo del progreso, el damnificado relató que, los obreros de la empresa en el momento que esperaban para demoler y ante semejante situación, -cegados necios y como si le hubiesen ganado la pulseada al más fuerte- sonrieron por el avasallamiento a punto de consumar.Libre albedrío“No tuve opción, la idea jamás fue de irme, me quedé sin casa y sin nada, tengo que empezar de cero, otra vez, estoy en la calle. Me atropellaron, no se les movió un pelo y encima salieron a decir que yo cobré. Yo no cobré un centavo”, reclamo el damnificadoOtra burlaA la tarde noche del día en que tiraron su vivienda un joven cuya función era cuidar las máquinas que allí estaban, se aproximó hasta Juan Aman y le comentó que se iba a quedar ahí, pues debía vigilar las máquinas y que de paso le cuidaba la casa, que no tenía problema.Aman, sonrió y le dijo: “no pibe, te han hecho una broma, no ves que de mi casa ya no queda nada, está destruida”.